Sí, el Presidente Eléctrico. Pues no. Esto no tiene nada que ver con política. Así que si buscas algún tipo de mensaje subliminal que conecte a cierto presidente con descargas eléctricas, drogas duras, o si estás sediento de magnicidios o ejecuciones de jefes de estado en sillas de alto voltaje, pues lamento defraudar. Mejor no sigas leyendo. Esto va de música. De la música que hacen dos chamos en una pequeña ciudad de Florida llamada Jacksonville.
Empezaré por confesar que yo de Jacksonville no sé nada. Y hace 10 años ni siquiera sabía que existía un lugar con ese nombre. Pero cierta noche me quedé atascado en la transmisión de un deporte que siempre menosprecié: el fútbol americano. Jugaban los Jaguares de Jacksonville en casa, en un estadio repleto con 80 mil hinchas. Se me ocurrió que absolutamente toda la población de Jacksonville tenía que estar en ese juego. Que cada vez que nace alguien en la ciudad inmediatamente le agregan una silla a la tribuna. Cuando alguien muere, por la noche y con las luces apagadas, le retiran su silla porque ya nadie la podrá ocupar. Ese, el de Jacksonville, es un estadio vivo, como un organismo que se expande o se contrae constantemente dependiendo de lo que le exija la vida. Dirán los oriundos: “en la cancha del pueblo cabemos todos; siempre y cuando todos seamos solamente nosotros”. Por eso a Jacksonville –el de mi historia, confío que no en el real-, nadie se muda ni ninguna visita puede llegar para quedarse. No sea cosa que algún foráneo les descuadre la venta de boletos para el juego del fin de semana.
Quienes tienen su silla asegurada en el estadio de Jacksonville son los hermanos Cooper, Ben y Artie, quienes desde el garage de su casa han gestado uno de los discos más impresionantes que he escuchado en mucho tiempo. Así serán los hermanitos que el sello alemán Morr Music se llegó desde Berlín hasta Florida para firmarlos. Surgió de allí una obra extraña, casi esquizofrénica, que se desplaza en pocos segundos de lo siniestro a lo luminoso. Que habla de escenarios apocalípticos con voces angelicales, como si algunas secuencias de The Matrix fueran escritas por un hippie. Sí, suena raro, a morcillas en almíbar, pero créanme, el resultado es feliz. Complejo y desgarrador. Curiosamente bueno. Cada una de las diez canciones de Electric President es el capítulo de una obra conceptual. Como si se tratara de una novela de ciencia ficción distópica que se narra a través de un paisaje sonoro. La historia, en esencia, va de un joven que en una noche de insomnio delira con el fin del mundo. Un mundo que lentamente es aniquilado, sepultado bajo el concreto, el cristal, los cables, el fanatismo, la estupidez humana y la nieve tóxica. Y cuando por fin llega Dios, pues ya es tarde, ya nos hemos ido. Pero hay un segundo final, un adiós que no revelaré. A ver si se animan a escucharlo ustedes mismos.
El disco de Electric President parece una de esas películas de Lynch o Cronenberg que nunca sabemos decir a ciencia cierta si nos gustan o no. Que nos dejan con una sensación inicial de no convencernos del todo, pero que son lo suficientemente tentadoras como para darles una segunda oportunidad. Hay que cuidarse de aquellas cosas que no nos gustan a las primeras de cambio pero a las que más tarde decidimos otorgar un segundo chance. Pareciera que allí, en ese caldo que invita a otra probada, pululan las obras que realmente nos enganchan en la vida. Como recordándonos que sí, necesitamos más de una dosis para hacernos adictos.
Nunca lo había considerado como destino, pero ojalá algún día llegue a conocer Jacksonville. Ha sido generosa conmigo. Aunque de todas maneras no pienso quedarme para el fin de semana. No sea cosa que.
Pana, me dieron ganas de escucharlos por la manera como los describes. Me los buscaré y también las letras. Luego paso de nuevo a comentarte qué tal.
ResponderBorrarSaludos,
Miguel
Buenísimo. Me gustó. Y no me gusta cualquier vaina. Ya voy a buscarme el disco para escucharlo todo.
ResponderBorrarDe paso, me encantó conocer a la cara y la persona detrás de estos escritos tan, tan, tan.... buenos, sensibles, divertidos, etc. También me encantó conocer a tu flaca. Besos a los dos
Pues la verdad, me gusto mas como echaste el cuento y les hiciste publicidad que la canción en si pero, nunca le digo que no a la música nueva, así que tengo que volver a escucharlos.
ResponderBorrar(me gusto mas escucharlos que verlos...o.0... lo se, soy la peor!)
Saludos!
Yo insisto, cómo logras encontrar estas cosas raras y maravillosas me lo pregunto constantemente.
ResponderBorrarPongo a la orden las letras del disco, a quien le puedan interesar, simplemente dejen una dirección de correo o me escriben y yo les hago un reply, y con mucho gusto se las hago llegar.
ResponderBorrarGracias por sus lecturas y comentarios. Un abrazo
Gracias, cada vez que entro en tu blog me enseñas algo nuevo ,totalmente desconocido por mi, como el de hoy. Que rato tan ameno nos haces pasar .
ResponderBorrarTambién estoy de acuerdo en que describes mejor el objeto que el objeto mismo, la canción no suena mal, pero suenan al típico grupito freaky-pop-lo-se-todo gringo, valdría la pena escuchar el disco completo, porque generalmente ellos suelen concebir la obra como un todo...
ResponderBorrarMe repito, describes muy bien, sabes usar arrechamente las citas, que eso es bastante jodido, generalmente la gente suele abusar de ellas, y suenan a pseudo-criticos (no tengo a ninguno en mente)...
Seguiré paseando por estos lugares...
.:.
que temazo highway style!
ResponderBorrar"So, So, So
It’s so damn slow
So, So, So
It’s so damn slow"
no hay duda que despues de esta cancion hay que salir a la calle a buscar felicidad artificial,
un abrazo
J
Pase por casa a recoger su premio!
ResponderBorrarSaludos!
Y hasta el 50% de Electric President es soberbio. Radical Face (Ben Cooper y unos panas) tiene en su poder una de las mejores canciones del año: Welcome Home.
ResponderBorrarBrutal como siempre.
Richard:
ResponderBorrarCiertamente el disco Ghost de Radical Face se trae los suyo. Es sublime por instantes y ya me están dando ganas de dedicarles un post. Gracias por el intercambio musical.
Nani:
Gracias por ese premio. Es un honor que me hayas incluido en tus cinco blogs que te hagan pensar. Es un hermoso cumplido. Un fuerte abrazo.
Ha sido un placer. Otro para ti y te sigo leyendo.
ResponderBorrarBesos.
Yo como Miguel: "pana, me dieron ganas....."
ResponderBorrarUn beso
Este disco me produce tantas emociones que ni sé como describirlas pero si puedo decir que he estado ya varios días escuchandolo.
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