Yo he visto al Rey sentado en su tribuna del Santiago Bernabeu en la final de la Copa del Rey y me he convencido de que el hombre tiene una especie de dimmer emocional justo debajo de la piel del entrecejo. Es imperturbable, como si tuviera injertado un aparatito que le regula las emociones y se las calibra en un mínimo absoluto que no tiembla. Lo he visto cuando gana el Madrid 3 a 0 y el Rey tiene una sonrisa benévola como de abuelo que ve un partido entre los nietos, que le da exactamente igual si el mayorcito golea al chiquilín o si el chiquilín se rebela esta vez y procura el empate aunque ello le cueste dos dientes de leche. Si uno tuviera un testímetro para medirle la emoción al Rey en esos instantes estoy seguro de que la cosa daría un neutralísimo 5 (en la escala del 1 al 10). También le he visto cuando pierde el Madrid por goleada contra el Barcelona y al Rey se le ve en el rostro una sonrisa de dignidad y aceptación que arrojaría idéntica medición: 5. Lo he visto compitiendo en importantes regatas y mientras todos en el equipo sudan, gritan, saltan, se agachan, se cuelgan, el Rey, vestido con ropa sport blanca y gafas de sol, sostiene impertérrita una cara como de jugador de golf mientras camina hacia el próximo hoyo -que es su favorito pero él nunca se lo ha dicho a nadie-. También lo he visto cuando saluda a los españoles deseándoles un feliz año, o cuando le nace una nieta, o cuando intentó frenar aquella intentona de tiros dentro del Congreso –en manos de un milico de bigote portador de un simpático sombrerito en forma de bacinilla- en los años 80. Y el hombre, podría jurarlo, en todos esos casos tenía idéntica cara de que le mides con un gustímetro y te da 5.
Por eso es que me cuesta creer que un hombre del equilibrio y la experiencia de Don Juan Carlos haya perdido los papeles con Chávez el otro día. Chávez juega a eso todos los días, es un maestro de la provocación y del sabotaje. Es perfectamente entendible que a cualquier hombre de a pie lo saque de sus casillas, allí él se hace grande, Chávez es una especie de dementor que se alimenta de la frustración de sus víctimas. Mientras más grande sea la ira contenida, mientras mayor la amputación de su contraparte para devolverle la bofetada, más se crece. Me parece insólito que el presidente venezolano haya logrado movilizarle la aguja del dimmer emocional al rey, y que se la hay subido hasta donde la escala se vuelve roja y sobrepasa al 10. Que lo haya sacado de personaje, además de sacarlo de quicio, y lo haya puesto –allí, en mitad de la cumbre iberoamericana- en los zapatos del típico viejo madrileño que en una tasca se asoma sobre la barra llena de tapas, cañas y servilletas manchadas de grasa para mandar a callar al atorrante fanático del Atlético que a viva voz se mofa de las desgracias del Real. Da la sensación de que el Rey dejó de ser Rey por un rato, así como Chávez hace rato que dejó de comportarse como un presidente.
Sin embargo, ese “Por qué no te callas” suena a pedrada con vidrios rotos. Es una cosa incómoda que a muchos opositores de este peculiarísimo presidente que nos gastamos les puede provocar un poco de risa nerviosa, algo de vergüenza ajena o un toque, inclusive, de lástima. Quizás detone mucha de esa extraña sensación a medio camino entre la frustración y el alivio que nos embarga cuando en el juego del escondite alguien más libra por uno, o cuando grita “¡Por mí y por todos!”
No faltarán las voces indignadas que salten ahora para dictar cátedra sobre la colonización dejada siglos atrás, sobre la inutilidad de las monarquías, sobre los altibajos en las relaciones de Latinoamérica con la madre patria o sobre el racismo. Me preocupan, en lo personal, ciertos brotes xenófobos que he visto en algunas marchas de los adeptos al gobierno, pancartas insólitas que dicen cosas como: “fuera del país los inmigrantes de mierda”. Espero que esta poca ortodoxa invitación al silencio de Don Juan Carlos no sirva como agitador que sacuda con saña al avispero.
Qué enorme pinta esa partícula negativa en el medio de la frase Por qué NO te callas. Seguro que, en estos días electorales que corren, se le sacará mucho jugo y mucha tela, y quien se adelante en la fabricación de las franelas, las gorras, las calcomanías, los timbres de teléfono, los paraguas, se forrará en grande. Hubiera sido muy distinto que la frase fuera: “Tu SÍ que hablas, joder”, o “Si no te callas, me levanto de esta Silla y te clavo una hostia que te Siento de culo”. La veríamos editada y en loop por todos los medios masivos estatales de radiodifusión . Y citada mil veces, a voluntad y conveniencia, por Tibisay Lusina, por Desirée Santos y por Silia Flores. Júrenlo que sí.
Como siempre tu... eres grande!!!!
ResponderBorrarComparto tu opinión completamente, lo que pasa es que tu lo cuentas mas bonito...=)
Besos.
Sí, es cierto mucho de los que escribes. Pero la pregunta del Rey es pertinente, ¿Por qué no e callas? Mhmmm...
ResponderBorrar...Imaginemos que Chávez se calla, digamos durante un mes (lo más que ha estado callado es una semana, aquel lapso en que hasta se rumoró que le habían metido un tiro). Si Chávez se callara un mes, unos simples treinta diítas, pues los que lo apoyan empezarían a mirar a su alrededor y a preguntarse ¿qué ha pasado con las 180.000 viviendas que Chávez prometió el año pasado que construiría en 2007?, ¿qué pasó con el plan Reviba y el plan Avispa?, ¿qué ha pasado con la Misión Barrio Adentro?, ¿qué habrá pasado con todos los acuerdos que el Presidente firmó en sus múltiples viajes a China, que si el plan de exportación de maíz, que si el plan de las bicicletas, que si el pacto para el intercambio tecnológico que daría al traste con el imperio Microsoft™ y le daría a cada compatriota una laptop de 200.000 bolívares débiles?
¿Qué será de la vida del plan de empleo masivo?, ¿Qué habrá pasado con la alharaca que se armó a raíz de la muerte de los Faddoul y del excelente actor Yanis Chimaras y con los anuncios posteriores de planes tales y cuales de seguridad ciudadana? ¿Qué ocurrió con el plan de reacondicionamiento de las cárceles que se anunció el año pasado como respuesta del gobierno ante los espantosos motines carcelarios que se registraron en varios penales de Venezuela? ¿Y cuál fue el destino de los gallineros verticales?, ¿y de los cultivos órganoponicos? ¿Dónde está la piscina de La Carlota?, ¿y la universidad de Miraflores?
¿Alguno de ustedes sabe donde está el superrequetecontra arrechísimo centro comercial para buhoneros que Bernal lleva siete años construyendo? Y bueno, esas son solo algunas de las promesas recientes de Hugo, porque seguro que si hiciéramos una investigación cronológica desde el 2 de febrero de 1999 hasta ahora, nos quedaríamos pasmados con la cantidad de vainas qué, quienes apoyan al gobierno, deberían preguntarse si tan solo Chávez se callara y los dejara pensar un rato.
Pero ese es el detalle del asunto, Chávez no se callará, porque si lo hace, si deja el espectáculo, su imagen dejaría de ser importante y lo importante sería su gobierno, sus pésimas ejecutorias, la corrupción (¿si Chávez se callara, los chavistas se habría preguntado de donde salió el maletín del señor Wilson?). Así que Chávez, se ha convertido en un gran Maestro de Ceremonias, en un entertainent, en una especie de Daniel Sarcos, solo que un poquito más chaborro.
¡Brillante!.
ResponderBorrarExcelente descripción del equilibrio del Rey en ocasiones tan diversas. Y muy gráfica ,tu comparación con" vidrios rotos" de la célebre expresión desesperada de: " ¿Por qué NO te callas? del importante personaje. Sin duda, pasará a la historia. Y si nuestro Presidente quería pasar a la historía , ya lo logró. Pero, en que forma tan lamentable.
José, el llamado del Rey no era otro que un llamado a la educación y su tono, en apariencia descolocado, se entiende desde la posición de alguien que entendió que esa debía ser la forma de hacerse entender.
ResponderBorrarNos hace reflexionar, ciertamente. Y nos alivia ver que la madre patria nos empieza a entender.
¿Habeis visto cuántas veces he colocado "entender" en el comentario anterior?, a ver si nos vamos entendiendo ¡leches!
ResponderBorrarJosé, yo le doy un 8 y medio al rey. El emocionómetro hubiera llegado al 10 si le hubiera antepuesto JODER tío, Por qué no te callas?. Seguro lo estuvo pensando o sintiendo, pero la compostura real le permitió callarse la introducción.
ResponderBorrarComo dices, al final lo único que deber haber suscitado esta frase es que el mico se sienta como si hubiera metido un gol más en esta lucha por sacar de quicio a los oligarcas. El Rey le dio el gusto, desgraciadamente. Momento casi tan histórico como lo de Sidane en el mundial de futbol.....
Parece que los dictadores no están acostumbrados a que nadie le levante la voz. Menudo trauma el suyo. Una década sin que nadie le tosiera...
ResponderBorrar"Chávez se alimenta de la frustración de sus víctimas". Gran frase esa, querido pana, que ilustra cómo este iluminado se ensaña con los débiles.
ResponderBorrarAbrazo
excelente!
ResponderBorrarPues a mí no me hizo mucha gracia la reacción de nuestro rey, así como no me hace ninguna gracia que esté ahí puesto por disposición divina, pero os cuento que me han dicho que en Sevilla, ya le han puesto "por qué no te callas" de nombre a una tapa. La tapa, por supuesto, es de dos huevos.Eso sí tiene gracia.
ResponderBorrarNos pareció un episodio lamentable de lado y lado; en verdad lo del Sr Chávez ya no sorprende a nadie,es más, ya estamos lamentablemente acostunbrados a sus desplantes, que muy bien calificas como producto de su personalidad "peculiar".
ResponderBorrarLa reacción del Rey nos resultó impresionantemente, increíble, jamás lo hubieramos esperado, quedó así evidenciado que los reyes no son infalibles ...Ahora que, lo que si nos resultó muy positivo fue la magistral lección que dió el presidente Rodríguez Zapatero al solicitar respeto ; sencillamente la intervención de zapatero fue lo mejor, porque dictó cátedra de política de altura, aunque fuera opacado tal vez por la reacción tan publicitada del Rey.
Al final de todo este crudo incidente, lo que nos queda es un sabor amargo en la boca, al constatar que el mundo pareciera estar regido por dirigentes absolutamente egoistas que solo obedecen a us bajos instintos; que en definitiva nos gobiernan arrogantes inmisericordes, y que nos hacen falta líderes místicos,auténticos humanistas, iniciados en los más nobles ideales y no políticos movidos por la ira, el odio, la opulencia,la ambición de poder...
Con todos mis respetos, en esta tierra de "colonizadores" creo, humildemente, y muy lejos de ser monárquica ni republicana, que sólo dos personajes en los últimos años han hecho su papel como debían: Felipe González y Juan Carlos.
ResponderBorrarAquí en España todos sabemos de sus debilidades, borrachín, mujeriego... Y le pagamos por ser "diplomático", cosa que no fue al exclamar esa frase. Pero sí, al menos le salió el viejo borrachín tabernero madrileño de dentro ante un indeseable, (no todos los madrileños son así, ni los viejos españoles que habitan las tabernas), no es su primera salida de tono pero es también una persona, y su exclamación: magnífica.
Hemos sido ejemplo en todo el mundo de transición de una dictadura a una democracia y este señor, como otros, cometieron errores, pero merecen un respeto por su papel en la historia. Una historia que sumada a un pueblo nos ha hecho ser libres.
Por desgracia con nuestro panorama político actual están dividiendo de nuevo en vez de sumar, y sacando los fantasmas de las viejas dos “Españas”. Y eso traerá y trae ya consecuencias nefastas.
Un día no habrá ya monarquía en este país. Pero creo que el señor D. Juan Carlos merece un respeto.
Quizás hizo lo que muchos venezolanos desean, mandar callar a Hugo Chávez desde su misma tarima.
Saludos.
Una cosa más, quizás tu testímetro no lo vio llorar por las víctimas del 11-M, y no sólo murieron españoles, murieron muchos inmigrantes y muchos sudamericanos.
ResponderBorrarNo sólo va a ver al Real Madrid… "Real Madrid – Atletic…" ¿Topicazo?
Saludos de nuevo.
Excelente, como siempre me haces reir muchìsimo!!! Popi
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