Y la respuesta tiene que ver con esta anécdota que hace pocos días un amigo me hizo llegar por correo: “El escritor francés Philippe Soupault asaltó un autobús que transitaba de noche la avenida de la ópera en París. Bloqueó la avenida con una cadena, paró el autobús y se montó, ordenándole a cada pasajero que le revelase su fecha de nacimiento”.
Creo que escribo (por favor, cada vez que diga “escribo” ustedes sustituyan por “intento escribir”) porque me considero también un ladrón de cosas absurdas.
Porque escribir, al menos en mi caso, no se parece en lo absoluto al oficio del genio ni del artista iluminado. Se me parece más bien a esos indigentes que andan por la vida con un carrito de mercado lleno de objetos inútiles: de ventiladores sin aspas, de planchas que no tienen cables, de medias con huecos en los talones y en los dedos, de cajitas de música que perdieron a la bailarina, o acaso de bailarinas solitarias que perdieron la caja de música. ¿Y para qué les sirve eso? Para nada. Pero servirán. Algún día, para algo.
Intento escribir porque, con toda humildad, creo ser un contador de historias, un echador de cuentos. Lo hago con la esperanza de recibir algo a cambio: otra historia delirante, más fascinante y mejor contada que la mía que venga de otro y que me den ganas a mí de echar otros cuentos.
Porque pocas cosas me divierten y me conmueven más que esos momentos de auténtica fascinación en los que alguien te cuenta algo y tú sólo tienes por respuesta: “Qué vaina tan loca (o tan extrañamente entrañable) esa que me están contando”. Porque replicarles con una historia mía es una forma de agradecimiento por haberse tomado la molestia de llenarme el carrito con otro perol absurdo.
Escribo porque en mi casa de la Boyera, un día que regresábamos del autocine después de ver Encuentros Cercanos del Tercer Tipo, la encontramos robada. Y los ladrones de habían llevado los paraguas que colgaban del perchero a la entrada de la biblioteca de papá. Y todos, todos menos yo, pensaron: “pero qué rateros tan locos, se llevaron los paraguas”. Y yo pensé: “Joder, yo también me hubiera llevado ese paraguas negro con mango de madera con forma de cabeza de pato”. No me hubiera robado nada más, sólo eso, y hubiera sido un ladrón feliz.
Yo escribo porque en el fondo abrigo la esperanza de que mis afectos sonrían. Porque ver a mi esposa leerme (y sonreír mientras lo hace) le da por fin un sentido a todo el sinsentido. Porque, a pesar de los 40, me sigue importando un montón lo que opinen mi madre y mis hermanas. Porque escribir sigue siendo una manera de charlar con mis amigos ahora que estamos lejos (porque esta vida se empeña en ponernos siempre tan lejos). Y porque escribir me ha hecho ganar otros amigos, algunos a los que ni siquiera conozco en persona pero cuyas lecturas me llenan de orgullo y de ganas de escribir unos 12 años más.
Escribo, sobre todo, porque a veces los ventiladores sin aspas y las planchas sin cable pasan años y años en mi carrito de los peroles absurdos y nada que se dignan a servirme para nada; pero de pronto tienes la inmensa fortuna de encontrarte a alguien que sí. Le sirve o le servirá, para algo, algún día.
Y uno de pronto se da cuenta de que estás deseando que aquellos 28 sean más bien un 82.
y yo te leo porque cada vez que jurungo tu carrito tienes un pito de piñerúa, una peluca anaranjada o una chancleta petrolera y siempre me dan ganas de descubrir más, de leerte más e, irremediablemente, de abrazarte y agradecer tus historias. te leo y confieso que el tuyo es de los pocos blogs que soporto y que nunca me he aburrido con un post aunque no tenga ni puta idea de qué estás hablando. te leo porque gracias a ti descubrí a klaus nomi. que sean no 82, si no 128.
ResponderBorrarsencillamente tremendo mister...
ResponderBorrary no le deseo que llegue a 82, sinom 82 años mas como minimo, ah que sigas "intentando escribir" cosas tan buenas como las que hay aquí...
saludos maestro, y feliz cumpleaños
Tú sigue escribiendo por eso o por lo que sea, a mí tus historias me encantan. Lo de rendir culto a la ciencia ficción me encantó y eso me enganchó.
ResponderBorrarFelicidades. Y por cierto, hoy también es mi cumpleaños.
Aunque hoy es fiesta nacional para los urriolacas,este "cuarentón, recolector de trastos" , me puso a llorar, se lo perdono pues otras veces me hace reir a carcajadas .
ResponderBorrarFeliz cumpleaños y que llegues viejito pero con tu cabeza joven ,creativa y brillante como tus escritores favoritos Borges, Sábato,Garcia Márquez etc,etc.
Pues yo soy una de esas amistades hechas en este plano cibernetico que sonrio cada vez que sacas algo de tu carrito y lo compartes con nosotros. Quizás porque mi vida esta llena de peroles como los tuyos pero a mi no se me da tan fácil encontrarles un hueco donde sean protagonistas de una historia.
ResponderBorrarGracias por tus letras Jose. Y lo de cuarentón sonó terrible sobre todo para nosotros los cincuentones!!
Un gran abrazo, desde tu tierra bolivariana y sin visos de salir de ella.
Maria D
Tenía tiempo sin visitarte y me alegra haber llegado justo hoy que cumples 12 años de gracia :-)
ResponderBorrarQue sean 82! O hasta más, pero siempre contando historias!
Que bello mi chamo querid! Este perol que llevas en tu carrito y que compartes con nosotros, al igual que a mi mama, me hizo llorar.
ResponderBorrarEscribes y nos haces felices.
ResponderBorrarAbrazo inmenso...inmensísimo!
(Una ruta de letras te llevará a esas islas...)
L.
Qué buena imagen la del carrito, rata.
ResponderBorrarY sí, estoy comentando en este distinguido blog como la malandra de La Boyera que nunca fui. Pero es que de pana si estuviéramos hablando lo que te diría es: qué buena imagen la del carrito, rata.
(Mira la foto del Last place on Earth en mi blog, ahí deben de ir a parar todos los carritos llenos de peroles y uno que otro Bus demasiado diverted) ;)
qué sean los que las palabras que desgranas te dejen ser. Qué sean muchos como las hojas de un buen libro que nos negamos a terminar de leer.
ResponderBorrarMaria Elisa Quiaro
José Santos, aprovecho para desearte Fleiz Cumpleaños!!! que sean miles, de miles y continúes siempre deleitándonos con esa narrativa tan peculiar y hermosa, que muchas veces nos llega hasta el fondo de nuestros corazones!!!
ResponderBorrarNo es la primera vez que te leo, solo la primera que "intento escribirte": esa casa, esas cosas, esa familia,aquellas costumbres que te formaron como eres cumplieron su misión excelentemente. Escritor no es el que escribe, es el que es leído, no es el que dice lo que siente sino el que hace sentir, es el que aunque esté muy alto, es capaz de bajar...o de subir mucho más.
ResponderBorrarChamo, tu eres un escritor. Dios te bendiga.
Mi querida Adriana, sepa que yo a usted le debo un montón de peroles rarísimos y entrañabilísimos de esos que llevo en mi carrito. Y que su amistad me nutre y me honra.
ResponderBorrarErnesto: Es usted de esos panísimas digitales que he ganado gracias a la escritura en este blog. Un placer tenerlo por aquí con sus lecturas y comentarios.
Claudia: Yo espero que la pausa que te has tomado en tu espacio no se prolongue mucho; porque me acostumbré a pasarme por allí y siempre salgo con una sonrisa y con ganas de buscar en mi carrito personal a ver con qué puedo responder.
Mi vieja querida, para mí la opinión, las risas y las lágrimas de los Urriolacas son siempre un motor para escribir. Sin ustedes ya hubiera abandonado este barco hace rato. Se le quiere un montón.
María Dolores: nuestros intercambios de anécdotas, risas, reflexiones y trastes de toda índole son un motivo de orgullo para mí. Mis respetos y mis abrazos para ti.
Mariale: Cuánto tiempo! qué belleza encontrarte por aquí de nuevo y justo el día de mi cumple. Va un abrazo y ojalá no tardes hasta los 82 en volver a asomarte por mi blog.
Lena querida... sin palabras, siempre nos veremos en la vía a Lanzarote construyendo a fuerza de palabras e historias ese puente que nos lleve hasta allá. Un beso.
Ana: que le quede claro, rata, que usted pertenece a ese bando de amistades para quienes escribo con la esperanza de que sonrían. Y de las que pienso: pero cómo es posible que la vida se empeñe en ponernos siempre tan lejos. Un abrazo y un beso de ratas. Don´t ever stop diversion.
María Elisa: qué honor y que gustazo que la escritura (la propia y la tuya) nos hayan permitido reencontranos. Recibe un fuerte abrazo y nos seguimos leyendo.
Isaura: qué honor que me leas y me comentes. Gracias, no sólo por la felicitación por mi cumple, sino por tu generosidad en los comentarios. Aquí estamos a la orden siempre para lo que sea. Un fuerte abrazo extensivo a tu familia.
Gisela, tu comentario es tan hermoso y tan gentil que me dejas sin palabras. Me sonrojas (de la mejor manera en que alguien se puede sonrojar cuando le agradecen una obra). Un gran abrazo y mi agradecimiento total.
Un abrazo para todos y gracias por leer y comentar,
Jose
Por aquello de que los buenos deseos y los afectos nunca prescriben: Feliz cumple, cumple de esa importante esquina que cómo ya sabrás es mejor que la de 28 y apenas la mitad de la de 82… los peroles, los peroles son los testigos en la carrera de relevos y aunque se tiene el “spring” para correr los 100 se prefiere el equipo, la familia, la nación aunque nos empeñemos en matizarle el amor.
ResponderBorrarOjala Dios nos conserve para seguir leyéndole.
Un virtual abrazo
Y sigue escribiendo porque lo haces muy bien.
ResponderBorrarTardisimo, pero solo queria desearte feliz cumpleannos, felicitarte por lo bien que escribes, y decirte que siempre disfruto mucho cuando me asomo por aqui.
ResponderBorrarYo tambien cumplo 40 el mes que viene :) y esta resultando ser una edad muy dulce.
amigo... me hiciste piantar un lagrimón, me gusta leerte
ResponderBorrarse extraña escucharte
pao
A veces hay que seguir, aunque la vida o nosotros intenten decidir...
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