viernes, 16 de junio de 2006
Sonrisa
- Me gusta tu sonrisa –le comenta el profesor, muy seductor, a la alumna durante la corrección del examen– Si me regalaras esa sonrisa más a menudo te aseguro que recibirías mejores notas, y tú y yo nos llevaríamos mucho mejor.
Ella salió sonrojada de la cita.
Y ya nunca más volvería a verla.
Su sonrisa, en cambio, sí. Encerrada en un cofrecito que dejó de obsequio sobre el escritorio del profe, conteniendo todos y cada uno de sus hermosos dientes arrancados de raíz.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
4 comentarios:
:D
un cadáver de sonrisa
Relaciones intrasubjetivas, entonces.
Una belleza, mi pana.
Me recuerda que Stephen King, cuando se le pregunto como hacia para escribir tanto, respondio que tenia el corazon de un ninio... Si, el corazon de un ninio en un frasco de formol junto a la computadora. Eso termino de decir.
Saludos, bro
Publicar un comentario