Algo muy especial ocurre con Peter C. ¿Y sabes algo? Peter no es como tú. Es único. En un mundo en el que progresivamente hemos ido perdiendo la capacidad de asombro de pronto irrumpe él y en breves segundos, con una simple declaración, nos demuestra con una llaneza supina que las cosas son exactamente al revés de como todos las estamos viendo. Peter C. es como un vidente, tiene un súper poder como el de Superman pero no para necedades como ver a través de paredes o derretir metales, Peter tiene visión para asomarse en el otro lado del espectro, mira eso que nadie ve y nombra lo que nadie se atreve a decir. Por eso es que, como él nos dijo, Montesinos realmente está muerto y todos los que luego lo vimos con vida somos víctimas de una alucinación colectiva. Por eso es que uno cree ver televisión cuando se sienta frente al decodificador de Directv y resulta que no estás viendo nada, lo están viendo a uno. Nos están espiando a través de ese aparato que no es para ver sino para ser observado. Y por eso es que Peter insiste en que dispararle a la Metropolitana desde Puente Llaguno –marchantes civiles de por medio- es un acto de heroísmo, en defensa propia y de la patria, mientras que pelearse a puño limpio con los mismos metropolitanos es una evidencia de que los estudiantes son forajidos, golpistas y, sobre todo, pagados por la CIA.
Peter no es como Williams, que cuando habla de su mandamás tiene que sacarse el vello púbico de su jefazo con pinzas de debajo de las uñas -y otras veces, quizá, hasta con hilo dental-. Peter tampoco tiene esa actitud canina, esa sumisión del rabo entre las piernas, del Capitán Jessie. Peter no es como Godgiven, a quien le notas la cara de pillo desde Plutón, con esa mueca socarrona que no se puede quitar de encima y que lo pone en evidencia: no se traga el cuento de la revolución socialista ni un nanosegundo, que lo que anda es escuchando el tintineo metálico de sus millones de bolívares fuertes y débiles, de sus dólares hiperfuertes y de sus euros ultrafuertas; esa sonrisita de maestro titiritero que manejando los hilos desde detrás de la tela oscura piensa “qué fácil es embutirse en una franelita roja mientras uno se forra, carajo”. A Peter tampoco le mueve el odio, el reconcomio, no es esa bolsa negra de 200 litros de basura pestilente y de enclosetamiento tóxico que es el gordo John. Ni tampoco es el soldado raso al estilo Freddy, que no cuestiona ni se opone, simplemente acata las instrucciones de arriba, balbucea un “sí, maestro” y las ejecuta con docilidad de perro policía.
Peter C., y he aquí lo delirante, cree de verdad lo que está diciendo. Él está convencido de esas cosas insólitas que a su cerebro se le ocurren y que conecta sin filtro a su boca, sin que nada se las ataje ni se las dosifique. No siente el mínimo temor de ese que alguna vez hemos sentido el resto de los mortales: “coño, mejor me callo y no digo esto porque es un disparate”. No, Peter está seguro de que está diciendo la verdad. Él no duda. Él no miente.
Cada vez que sintonizo un canal y está hablando Peter no puedo escabullirme. Me quedo atrapado escuchando su ronca voz de milico, su breve gagueo, su tartamudez mental que le hace escupir las ideas como una cañería llena de barro y burbujas de aire; me captura en su red alucinada y siempre, al menos una vez por discurso, me arranca una risotada o un aplauso: “¡Qué bárbaro este pana, mira lo que está diciendo!”.
Tengo varias sospechas y me gustaría que me ayudaran a dilucidar cuál de ellas se acerca a develar el misterio de Peter C:
1) El tipo es un personaje escapado de un relato futurista distópico, uno que por alguna extraña fisura en la brecha realidad-ficción cayó en esta tierra de gracia. Estoy casi seguro que es un Delta o un Epsilon fugado del Mundo Feliz de Aldous Huxley. O un Gamma pero con sobredosis de Soma.
2) La vida en otros planetas existe. Ya están aquí entre nosotros. Él es uno de ellos.
3) Quien está de acuerdo con Peter y entienda su mensaje será salvado por los extraterrestres por medio de una nave nodriza que aterrizará en Miraflores. El resto moriremos con el fin del mundo que se avecina. Los elegidos por él serán llevados a otro planeta donde serán inmortales, vivirán la revolución bolivariana desde el principio, en loop y para toda la eternidad. (Mierda, qué bueno va a ser no salvarse).
4) Peter es el eslabón perdido. (Telegrama en clave Morse: Científicos del mundo no buscar más. Eslabón está aquí. Listo para llevar al laboratorio. Venir pronto.)
5) Peter es el eslabón que sigue a nuestra especie. Es el Homo Non-Sapiens del futuro. En el futuro todos serán como él. Y el mundo será un lugar muy raro. Aún más raro que este. Coño, rarísimo.
6) Peter es la respuesta venezolana a Deleuze y Guattari. Es el único carajo en el mundo que los deja callados, rascándose las cabezas secas de ideas: “Merde, Jacques, este tipo es demasiado extraño no tengo ninguna explicación ni ninguna frase impenetrable para abordarlo”. “Yo tampoco, Felix, moi non plus, menos mal que se metió a ministro y no a filósofo”.
7) Peter no existe. Es un holograma inventado por la inteligencia cubana en los laboratorios más secretos del régimen. Lo proyectan en tercera dimensión cuando les hace falta y las frases que dice son trozos mal pegados de grabaciones de otros discursos dichos por otros, combinadas aleatoriamente, con el único fin de que cause la mayor confusión posible.
8) Peter es un humorista. El cómico más cómico que ha parido la raza humana. Pero nadie le entiende los chistes. No aún. Dentro de un siglo la gente dirá: “Joder, los actores más cómicos de la historia son, en este orden: Peter C, Cantinflas y luego Chaplin”.
8 comentarios:
Jajajajaja!!!
Mejor reír para no llorar... Gracias por eso!
Un abrazo,
Z.-
Chamo, no se responder a tu pregunta, aún no salgo del asombro de lo último que le escuché hoy: "Rayar paredes no es un acto de destrozo público, es un acto político" y "Un Centro Comercial es un sitio público y la gente puede hacer grafittis allí porque estamos en campaña". Me va a costar salir de mi asombro con esto. El pais está alrevez, ya mismo salgo con mi pintura a rayar algo.... jajajajaja, y yo que creía que te podían meter preso por eso....
jajajajajajaja!!!
broder, creo que Peter C. es una "ungeschehenmachen", una anulacion retroactiva del yo colectivo de la robolucion...
ellos no sólo niegan lo que hacen, ¡sino que hacen lo que no ha sucedido...!
son como ácaros del tiempo, que papean eternidad sin ser eternos...
su vida y obra es una pura compulsión mágica...
aunque te puedo dar mi teoría más furiosa:
Mr. Pedro C, no es más que el sosiego de todos los P.C´s -los partidos comunistas del mundo- embutido en fluxes de Clement...
es un clúster esperando delete
un abrazo
J
Trabajo genial, creativo, cómico,lo triste es que los personajes son venezolanos,para que la risa se transforme en la más desagradable mueca.
Y Peter necesita lentes! porque ve las cosas al revés.
Peter es el Presidente de los teóricos de la conspiración, sucursal Venezuela.
Si le preguntan: dirá que Elvis está vivo, que se lo dijo un amigo, cuando el sol empezaba a caer. Y también dirá que Cristo no murió en la cruz, y que a Kennedy lo mataron los extraterrestres, y que toda la cordillera andina está hueca, y que a Delgado Chalbaud no lo mataron sino que se fue con unos reales para Europa. Eso sí, nunca pero nunca, dirá que Bolívar era chiquito y de voz chillona. Ni tampoco que no murió en Santa Marta, sino que se fue a vivir a los Estados Unidos, a disfrutar de sus rentas, y a comer hamburguesas. Esto lo dicen los teóricos de la oposición del bando contrario. Esos golpistas pro-yanquis.
Amén
Fedosy,
vendele esa idea a la television. pueden sacar el programa mas visto de la historia mediatica si se fuman una version contmporanea de cuentame a venezuela titulada "Conversando con Peter C."
con los reales que se van a meter, no creo uqe nadie se niegue...
O.
Peter no existe. Es imposible que exista, en la vida real, un tipo así. Yo voto por lo del holograma en 3D. O quizás voto porque consideremos a Peter un chiste malo, además de cruel.
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