jueves, 12 de junio de 2008

¿SERÁ HOY, MARYLIN?

(Inspirado en “I Think It Could Work Marilyn” de Ms. John Soda)


Ilustración de Soléngel Núñez (Roccocuchi)



-Oh, Elvis, querido, ¿tú crees que funcione?
-Sí, yo creo que va a funcionar, mi querida Marylin.
-Pero es que ha pasado tanto tiempo y yo creo que ya la gente ni siquiera sabe quiénes somos.
-Marylin, amor, no te preocupes tanto, tenemos que creer en nosotros. No nos queda otra.
-Pero es que mírame ahora, Elvis. Estoy vieja, mira mis piernas arrugadas, gordas, llenas de celulitis, hechas una sola estría. No les queda nada de cómo eran antes.
-A mí me siguen gustando Marilyn, seguro que más de uno las encontrará aún encantadoras... además no tienen por qué gustarles a todos... más preocupado estoy yo con el deterioro de mi voz.
-Tu voz es tan suave y tan dulce como las gotas del rocío que salpican las rosas del jardín, te lo aseguro mi Elvis.


Guardan silencio un minuto. Ella se mira el vestido blanco en el espejo, recoge con una pinza de dedos un trozo de muslo y evalúa qué tanta celulitis y qué tanto de estrías.


- ¿No habremos esperado por demasiado tiempo, Elvis?
- No, amor, yo creo que era necesario tomarnos una sana pausa, Marylin.


Él se acomoda el mechón insipiente de los pocos cabellos que aún le que quedan en el copete y se estira las solapas de la chaqueta brillante, salpicada por las manchas de hongos y el moho.

- Marylin... ¿no estarán estas hombreras demasiado pasadas de moda? ¿No será mejor que se las corte con una tijera?
- No, Elvis, es que son tan tuyas. Se te ven hermosas.
- ¿De verdad lo crees?


Ella no responde. Se sigue viendo con el vestido blanco en el reflejo de espejo. Él tiene ganas de tomarse una pastilla para los nervios, tal vez dos o tres. Pero se contiene.


- Oh, Dios... me siento un poco cansado, mi Marylin.
- ¿Qué te pasa, Elvis?
- Estoy agotado por toda esta situación.
- Tal vez no estés cansado, sino nervioso por todo esto que estamos haciendo. Es natural, mi querido Elvis.
- Ojalá tenga fuerzas para manejar todo este asunto. Desde hace mucho que no duermo, y ya nunca sueño, Marylin.
- A mí me pasa lo mismo, Elvis. Apenas sueño, a veces, contigo bailando.
- Yo te sueño a ti sobre una alcantarilla del metro que te levanta las faldas y te las tienes que bajar con las manos para no mostrarle las pantaletas a todo el mundo.
- Si supieras que he estado practicando esa escena de la falda, Elvis, pero sólo un poquito.


Él se queda absorto viendo por la ventana. Gotas de sudor le perlan el bigote y el mentón.


- Mira qué hermoso atardecer el que hace hoy mi Marylin.
- Es hermoso, mira ese sol enorme que se oculta en el horizonte. Es precioso, Elvis. Qué tarde tan linda la que hemos escogido para volver.
- Claro que sí. Qué hermoso momento. Le doy gracias al cielo por estar aquí contigo, Marylin.

Ya Marylin se ha alejado de la ventana y ha vuelto al frente del espejo. Se alisa con las manos arrugadas y las uñas quebradas el vestido blanco de falda corta ajada con el paso de los años.


- ¿Y no debería comprarme un vestido nuevo, Elvis? Seguro que la gente hoy día se viste de otra manera. Me ha parecido verlo por allí. Es que me voy a ver ridícula con estas ropas.
- No, Marylin, te ves hermosa, mujer.
- Pero quizás la gente no me acepte por estar tan pasada de moda.
- Marylin, amor, tenemos que creer en nosotros. Es nuestra última oportunidad.
- Sí, Elvis, creo que tienes razón. Sí, tienes toda la razón... ¿no te apetece una copa antes de salir?, solamente una para calmar los nervios y salimos...
- Es una gran idea, Marylin. Abramos una botella y vamos a beber una copa, o dos... luego saldremos.


Beben en silencio. Un par de sorbos.


- ¿Y si lo dejamos para mañana, Elvis? Es que hoy no estoy con muchos ánimos... y ya es de noche, se nos ha hecho tarde.
- Te lo iba a plantear precisamente, mi Marylin, vamos a dejarlo para mañana. Hoy como que no es el mejor día. Estamos muy nerviosos. Mejor mañana.
- Sí, mañana sería mejor, estoy segura mi querido Elvis.
- Claro que sí, Marylin... mañana. Mañana será mejor día para volver.

6 comentarios:

Roccocuchi dijo...

jajajajajajaja............... me encanta que me permitas engalanar tu blog.............. es un verdadero honor para mí.... gracias!!!!!! (por cierto, el cuento es genial!!!)

Anónimo dijo...

Qué buen dúo el de ustedes! (bravo)

José, un texto divertido. Indiscutiblemente tiene tu sello. Ya lo había leído y lo volví a hacer con gusto. Besos guapo.

Amiga... amiga... sabes que estoy orgulloa de mi novia hétero :p Buenísima la ilustración.

Sigan trabajando juntos.

PD: (josé, está faltando un texto... RAPARIGA DA BANHEIRA ¿?¿? compártelo :P)


Sway...

Anónimo dijo...

Marylin y Elvis, recuerdos de los años 1955 a 1965, década de años juveniles para mi, muy gratos.
Tu escrito me hace reflexionar sobre lo rápido que pasa el tiempo y como todo lo bello, lo va destruyendo lentamente el mismo tiempo ,fueron iconos de éxito, fama, belleza y admiración para todo el mundo. Ya hoy los conocemos unos, los más viejitos y para los jóvenes, son perfectos desconocidos o parte de una lejana leyenda. Gracias, como siempre, Augusto Anselmi.

La Gata Insomne dijo...

José
ojalá mi paciente depresivo no pase por aquí hoy, ojalá haga como ellos y lo deje para otro día
porque hoy hasta su psico se ha puesto muy triste

un abrazo

Anónimo dijo...

Esta dupla....qué buena...más, más..más!

Me encantó!

Un abrazo a los dos!

Arcangel Vulcano dijo...

Tenemos el agrado de informarte que tu blog ha recibido el “Premio Dardos”.

“Con el Premio Dardos se reconocen los valores que cada blogger muestra cada día en su empeño por transmitir valores culturales, éticos, literarios, personales, etc.., que en suma, demuestran su creatividad a través del pensamiento vivo que está y permanece intacto entre sus letras, entre sus palabras rotas.”

Si deseas recogerlo visitanos