jueves, 25 de junio de 2015

La rebelión de los objetos inanimados.


Ilustración de Ricardo Cie (@panamayor)
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Acaba de ocurrir en la calle Newton: ante los ojos de todos los presentes en el lugar, a las 9:45, una bolsa plástica levantada por el viento se le fue directo a la cara a un tipo. Fueron largos segundos de batalla, confusión y angustia. Casi lo asfixia. El hombre tuvo que luchar con todas sus fuerzas y toda su desesperación. Cuando finalmente logró arrojar la bolsa asesina al suelo tenía la cara roja y en los ojos se le dibujaba el pánico en su forma más pura. Él lo sabía. Lo sabíamos todos. La rebelión de los objetos inanimados había comenzado. Quién sabe, a lo mejor ellos lo saben hacer mucho mejor que nosotros.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Relato no largo, que recuerda a Augusto Monterroso, pero con el estilo característico de Urriola,y mi eterna pregunta: ¿lo habrá vivido o es su ciencia ficción? Sea como sea, igual no me lo pierdo.