domingo, 24 de diciembre de 2006

Inmortal por un día



Por hoy, sólo por hoy, fui inmortal.

Esta mañana frené a tiempo para darle paso a la señora de rosado. Viejecita sólida, calculo que andaría como en sus noventa, vestido rosa pálido, piel morena y fibrosa pegada al hueso, cabello largo canoso recogido en un moño alto. Levantó la mano como para agradecer que le cediera el paso, y entonces ocurrió la magia, unió el gesto de agradecimiento con dos cruces que armó lentamente en el aire, que me arrojó junto a una sonrisa plácida de abuelita en los largos segundos que afortunadamente se tomó para cruzarme frente al capó. Creo que es la segunda mujer en la vida, después de mi madre, que me hace la señal de la cruz al momento de despedirse.

Pasé una mañana radiante, rebosante de una energía calma y bonita. Recordé al personaje de Punch Drunk Love (Adam Sandler enamorado de la preciosa Emily Watson) que en un momento crucial le grita en la cara al mafioso que le está haciendo de cuadritos la existencia: “¿Sabes qué? ¡Tengo un amor que me hace poderoso, así que mejor cuídate de mí!”.

Sin embargo, hacia finales de la tarde me amenazó una jaqueca criminal. De esas que cuando te agarran te sueltan con varios millones de neuronas menos. Y definitivamente un poco más bruto. Justo cuando empecé a sentir enturbiarse al mundo, cuando las luces comenzaron a estallarme en las sienes con una danza que desata mi pánico fotofóbico, entonces se me vino el recuerdo de la viejecita de rosado que me echó sus bendiciones por la mañana. Menos mal que nadie me oyó –excepto la acobardada jaqueca que salió aullando y huyendo- cuando exclamé con total convicción infantil: “Tranquilo, es imposible que te pase nada, hoy eres inmortal”.

8 comentarios:

Carlos Eduardo Fuenmayor dijo...

MUY BONITO
OJALA ESA BENDICION TE PROTEJA TODA LA VIDA
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UN ABRAZO

FELIZ NAVIDAD

Anónimo dijo...

Muy lindo,¡ Feliz Navidad !, fuera la jaqueca y una bendición agregada a la de viejecita de rosado, pero vía internet y con el amor de la otra viejecita que te quiere inmortal por muchos años.

Anónimo dijo...

Nada como lo intangible para curar lo tangible.

Feliz Navidad y que las musas te sigan regalando inspiración para rato.

Fácil Anonimato

Anónimo dijo...

Tres veces al año deberíamos ser inmortales de corazón, y a veces, más felices sin remedio.

¿Ya cubriste todas tus cuotas?

Anónimo dijo...

¡Hermosa reflexión! Hermano feliz Navidad. Te deseo muchos éxitos y salud.

Anónimo dijo...

Sostengo y mantengo que las “bendiciones” son algo mágico. Acostumbro a ayudar a gente en la calle y cuando recibo su bendición, siento que mi pecho crece. Pienso que allí es donde esta la esencia de “amad al prójimo, como a ti mismo”.

Anónimo dijo...

Sí, deberíamos ser tantas pero tantas cosas...

Que no te pase nada hoy ni mañana ni pasado, hay mucho por hacer, así que dale.

Cariños mortales,

Ophir

Anónimo dijo...

¡Que bello! espero que la bendición de la viejita de verdad te haga inmortal y no solo por un día...mmu