jueves, 3 de enero de 2008

La fórmula Emparan




De Emparan se habla hoy poco. Como si no tuviera ya cupo en el discurso oficial, no le guardaron ni siquiera una constelación diminuta en ese nuevo mapa celeste de los héroes y villanos que, apresuradamente y a trompicones, escribe la nueva historia de Venezuela. Se lleva demasiada saliva y centimetraje Ezequiel Zamora, no hay tiempo ni espacio para Vicente de Emparan cuando todos los esfuerzos están avocados a buscar la manera de encajarle a grandes y a chicos -con fuerza, maña y salivita- a Fidel Castro y al Ché Guevara como componentes fundamentales del renovado espíritu patriotero. Cuando se gasta tanta goma de borrar en desaparecer de los libros al catire Páez –ahora rebajado a la condición de pillo y traidor- pues imaginen ustedes qué fácil es con el mismo impulso eliminarle todo vestigio de existencia a un chiquito como Emparan.

Cuenta la historia -al menos la que estudiamos nosotros, que por lo visto era otra- que en el abril de 1810 Vicente de Emparan y Orbe, el último Capitán General de Venezuela, se asomó al balcón que daba a la plaza y le preguntó a la muchedumbre criolla que allí se concentraba si querían que él siguiera gobernando. La gente al principio no se atrevió a decirle al gobernante que no le querían, pero el padre Madariaga se había colocado astutamente detrás de Emparan, y le hizo gestos a la multitud para que se envalentonara y gritara: “No, no queremos.” Y entonces Emparan dijo algo que muy pocos han tenido, y tienen, la dignidad de decir: “Pues yo tampoco quiero mando”. Y dicho esto se fue para el carajo.

Hace pocas semanas nuestro payaso trágico particular que a veces se disfraza de presidente asomó la posibilidad de exhumar los restos de Simón Bolívar porque a él le olían raros esos huesos del Panteón y seguro que ni de Bolívar eran porque a él le consta que Bolívar fue asesinado por los traidores. Se equivoca una vez más el señor –no tanto por su teoría digna de un CSI colonial- sino que no son los de Bolívar los restos que debe procurarse, son los de Emparan. Hay que buscarlos donde sea, hay que revisarle el ADN hasta los tuétanos, recogérselo de cabellos y uñas. Y una vez hallados sus restos, y comprobados que pertenecen al Capitán General, destilar la esencia de Emparan para vacunar a la gente. Fabricar pastillas de Emparanox 500 mg, Emparan en gotas, Emparanol suero glucosado. No sé, hasta podría inventarse en laboratorio un virus Emparax que se esparciera como el Antrax. A ver, ojalá la dignidad se contagiara.

Cada vez que le venga un amigo a casa a llorar porque la mujer lo dejó, se fue con otro, le dijo que no lo quería desde hace rato, usted le pone diez gotas de Emparanol al trago y se lo hace beber fondo blanco: “Mi pana, recuerde a Emparan: si a uno no lo quieren pues uno tiene que aprender a dejar de querer”. Después de esa pea verá cómo el hombre empieza a vivir su despecho con mayor dignidad.

Si usted se siente cautivo en un trabajo de mierda, rodeado de gente que lo desprecia, haciendo no sólo algo que no le gusta sino que además le hace daño, aguantándose a un jefe que lo humilla, pues no tiene que meterse Lexotanil, ni Prozac ni Tafil, usted se inyecta una intravenosa de 3 cc de Emparanil, renuncia, mete sus cuatro cositas en una caja de cartón y se despide con un “Pues yo tampoco los quiero”.

Si por casualidad usted comienza a ver que a su retoño lo maltratan los compañeritos del colegio, que se afana en su intento de ser amigo de un grupete de rufianes infantiles que se burlan de él y lo tienen de sopita, pues suminístrele Emparín de uso pediátrico. En poco tiempo se sacudirá a los pequeños pelmazos y se rodeará de amigos que de verdad lo quieran y lo merezcan.

Y si usted, vamos a suponer, es gobernante y le pregunta a la gente si quieren que el país sea suyo por decreto, si quieren que usted mande hasta que se muera de viejo, si quieren que usted sea quien le ponga los nombres y los dueños a cada pedacito de cualquier cosa que se le ocurra y la gente –igualito que a Emparan- le responde a todo eso: NO, NO QUEREMOS. Pues usted no dice “Por ahora…”, tampoco dice que lo intentará por otras vías, ni dice “ya veremos, inmaduros de mierda”. No, señor, usted se busca esencia de Emparan y se la administra en abundantes dosis, por vía oral, en inhalaciones, en globulitos homeopáticos o en flores de Bach. Se medica con su Emparan concentrado, uno antes del desayuno y otro antes de acostarse, y así lo va asimilando por unos 1825 días (eso son unos 5 años). Seguro que se le quitan todas las pataletas. Y bueno, en caso de que su organismo se resista mucho a la medicación, pues no se preocupe, seguro que sacarán también Emparan en supositorios. Encontrará a más de un voluntario dispuesto a ayudarle a no saltarse ni una sola dosis.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Que cosa más buena, pero estoy seguro que esos globulitos emparianos los probamos ya , el pasado 2 de diciembre.Y sin lugar a dudas, la fórmula empariana, fué efectiva, Augusto Anselmi.

Nany dijo...

Muy bueno, muy bueno. Saludos.

Naty dijo...

Pasé a saludarte y a dejar enganchados mis mejores deseos... Feliz año ;)

La Gata Insomne dijo...

Ja-ja-ja-ja
a ti si es verdad que nadie te pedirá que te largues
haces mejores los días

Cuando era pequeña, bastante tapada para los estudios,la única lección de historia que me sabía era la de Emparan y Madariaga me la aprendí por lo que me sorprendía la picardía, nada heroica de Madariaga, y supongo que la extraña humildad de Emparan.

El problema es que todos los medicamentos derivados de emparan están agotados, no por el uso, sino por la falta de materia prima

saludos

Arcangel Vulcano dijo...

Sencillamente genial, por lo oportuno. Un gran saludo.

Anónimo dijo...

jajajaja

La mía en spray nasal....como el Respir!

qué bueno, José!

felicidades y lo mejor para ti y para los tuyos en 2008!

Jorge dijo...

Tienes una forma de escribir genial y da gusto tomarse el tiempo para leer un artículo tuyo. ¿Eso se vende en gotas?

Cronopio dijo...

¡Fabuloso pana!
¿Será que ya se está administrando el Emparanil ese? Ojalá.
Saludos por allá

Unknown dijo...

Simplemente genial! entretenido, reflexivo, con contenido y muy original... además, cuando era un niño mi mamá solía contarme esa historia todos los meses de abril!

Maria D. Torres dijo...

Que vaina tan buena José! Tenía tiempo sin pasearme por los blogs y me dijeron que tenía que leer lo de Emparan. Qué imaginación!!!!
TE propongo mandar a hacer unos dardos con Emparanil concentrado para dispararle al mesmo porque creo que va a ser la única forma de que entre a sus sistema. Nada de pedirle que lo haga voluntariamente, mucho menos en supositorios. O.... compramos al dentista de Naomi para que le ponga una amalgama con Emparanan de liberaciíon prolongada y que se jamonee al ángel rebelde, como ella lo llama,. ver si salimos de esta inemparaneidad.
Feliz año! y sigue así para el 2008, o mejor todavía

Anónimo dijo...

Hola

Ya te paso yo un poco de ADN.

Aitor Emparan Berrotaran

Anónimo dijo...

Desde que trabajé en Houston y una paciente venozalana al ver mi apellido me dijo "que se vaya, que se vaya" me ha fascinado la historia de mi antepasado directo Vicente. Me ha encantado tu articulo y me gustaría "copiarlo" para mi blog político "El escalpelo armónico" en http://blogs.larioja.com/emparan/posts, un saludo desde España
Carlos Emparan