Yo estaba en mi cuarto ese 5 de julio y los escuché venir, salí corriendo saltando entre zapatos, pelotas de fútbol, la cesta de la ropa sucia, brinqué a mis dos hermanas, planeé sobre Mitsu el gato, giré la curva utilizando la cintura de mamá como pivote y me lancé al jardín a velocidad supersónica, mucho más rápido que los jets que estaban a punto de sobrevolar el techo de la casa. Eran cuatro Mirage, en perfecta formación de rombo. Levanté el dedo y le dije emocionado al viejo que se me había unido:
-Mira, papá: esos son aviones caza Mirage PG-1, hechos en Francia, se les reconoce por las alas en delta que forman un triángulo equilátero.
-Ah, mira tú –me respondió con un tono entre indiferente y triste.
-Pero yo creo que me gustan más los F-16 que seguro vienen ahora. Son más bonitos.
Y cuando pasaron los F-16 silbando sobre nuestras cabezas yo casi aplaudo, y casi se me aguan los ojos cinco segundos después, cuando se perdieron entre las ramas de los eucaliptos, detrás de la montaña del Volcán.
-A ti cuáles te gustan más, papá, ¿los Mirage o los F-16?
-A mí no me gusta ninguno, chamo. Porque esas bellezas de aviones sólo sirven para matar gente.
Allí, por primera vez, entendí todo. Me cayó el reactivo en la solución genética. No puede haber nada de hermoso en unos sujetos cuya vocación sea la de aniquilar la mayor cantidad de gente con el mínimo esfuerzo. Y pocas frases hechas son tan patéticas como: “los organismos de inteligencia militar” o “las artes y ciencias de la guerra”. No puede haber nada de admirable ni de artístico en un individuo cuyo poder radica en el calibre del armamento que porta y que exige llamarse “la autoridad” porque se sabe respaldado por un arma, o por una tropa, mientras tú estás indefenso.
Hoy veo a los jóvenes que salen a manifestar con una dignidad y una fortaleza que merece todo mi respeto. Los veo armados de cámaras de fotos y video, de banderas, de pancartas, de esas ideas esenciales que en el mundo de los adultos parecen haber perdido en estos tiempos todo significado. No tienen miedo porque los jóvenes no saben lo que es eso; se creen inmortales -y de alguna manera lo son-. Los mueve la rebeldía, esa hermosa savia que fluye entre la juventud cuando se sabe viva: cambiar al mundo porque no sirve tal cual como está. Ningún joven que se respeta estará jamás a favor del gobierno de turno, ningún joven de verdad se quiebra ante la autoridad, porque siempre quieren más, siempre lo quieren mejor, siempre lo sueñan distinto.
Me estruja el alma pensar que estos jóvenes tendrán que vérselas tarde o temprano con los hombres de uniforme. Tendrán que ser lo suficientemente inteligentes, valientes y enteros como para dejar en plantas de pie a quienes calzan botas militares. Tendrán que saber negociar con esos mismos uniformados, hoy disfrazados de civiles, que en el 92 –cuando estos universitarios eran niños que apenas hablaban- a fuerza de fusil y metralla cerraron otro canal de televisión, el 8, el del Estado; y que “negociaron” (de la única manera que a la hora de la chiquita saben hacer) con la gente que allí estaba trabajando: hasta con quince tiros de FAL.
O quizás le tocará verse frente a frente con otros, igual de brutos, igual de violentos, igual de cobardes, igual de convencidos de tener toda la razón, sólo que al otro lado del espectro. Que pretenderán borrar todo vestigio de rojo y pintarle la vida a todos, les guste o no, de azul azulito.
Y sin embargo, me aferro a este nuevo clavo ardiente que martillan los jóvenes. Hay algo indescifrable que me ancla a la esperanza. Los estudiantes sabrán, los estudiantes podrán. El resto serviremos de apoyo.
Recuerdo pasar con papá rumbo a su natal Guanare -unos quince años después de aquel día de los aviones- por la alcabala militar que hay en Tinaquillo, Estado Cojedes. Allí lo pusieron preso a mediados de los 50. Lo había denunciado ante la Seguridad Nacional un alumno de nombre “Anselmito” con quien el viejo se reunía en la clandestinidad, para contarle, junto a otros estudiantes de Portuguesa y Barinas, de todo ese mundo de libertades y justicias que la dictadura les estaba vetando. Papá, que iba de copiloto, se le quedó viendo fijo a los ojos al par de gorilas que se asomaban por las ventanillas y con aire de perdonavidas nos hacían el gesto cesariano: “Pasad, os dejamos con vida esta vez”. Estoy seguro de que un universo de recuerdos terribles se le precipitó el viejo en ese instante y que se tradujo en un apretón de puños contra la pierna. Y en un silencio de varios minutos.
-¿Cómo hiciste tú que no has disparado un tiro en la vida para luchar contra esa gente?- le pregunté unos kilómetro más tarde.
-Pues cuando uno no sabe disparar y no sabe tirar piedras, uno hace lo único que la dignidad le pida que haga: el que escribe que escriba, el que pinta que pinte, el cineasta que filme, el que tenga ideas que las hable. Yo preferí no quedarme callado. Acabé preso. Y menos mal.
Yo no lloraba frente al viejo desde los quince. Esa tarde en la carretera que lleva al llano estuve a punto. De vaina me quiebro ese día, pero me contuve. De llegar a hacerlo lo hubiera hecho de puro orgullo, de puro contento que estaba por ser el hijo de un valiente. Algo similar a lo que me pasa cuando veo a estos chamos sacudiéndose el letargo. Por alguna maravillosa razón que nadie pudiera explicar, se me ocurre que fueron y son alumnos del viejo. Y sí, parecen estar claros, son momentos en que cada quien debe hacer según le dicte su dignidad.
23 comentarios:
Que belleza JU......que hermoso.
Gracias mil
PD: me encantó.BEA
¡Inspirador!.Tu viejo y tú, con vuestro testimonio de vida, motivarán a muchos con el ejemplo maravilloso de dignidad.
Maravilloso...padres grandes dejando marcas profundas.
Sabes que ayer, en medio de mi confusion, me preguntaba cual seria el desenlace de esto y de golpe senti' la misma confianza que manifiestas aqui.
Los muchachos van a encontrar la via...que curioso, quizas nos apoyemos en su pureza, en su coraje, en su limpieza de espiritu.
Por lo que respecta a tu padre...
Que decir?
A quien le toca un padre asi ya tiene medio camino andado.
Salud por eso.
Un abrazo.
Cinzia
Jose: No se si lloro por tus palabras tan cargadas de emotividad, o por tus recuerdos del viejo,tal vez por la situación del pais, o es llanto de alegría,ante la esperanza que vemos en esos jóvenes, cargados de firmeza, de ideales , de creatividad repartiendo flores a unos policias y guardias armados hasta los dientes. No me queda sino llorar y rezar para que tú, con tus escritos y éllos, con sus caminatas y consignas puedan trinufar en esta contienda tan desigual.
"Uno hace lo único que la dignidad le permita"...que frase tan maravillosa, me ha gustado muchisimo lo que has escrito. Admiración, rabia, miedo, dudas, esperanzas, indignación, todo lo dices tal y como lo sentimos. Gracias,
Es indescriptible. Lo que una siente rodeada de esos muchachos llenos de esperanza, de convicción y de argumentos tan claros. Lo que una siente al leer algo como esto. Lo que una siente al volver y atesorar una flor como único símbolo posible de la resistencia en medio de una oficina llena de espías por todos lados.
Es indescriptible lo que una siente al ver en las calles a la gente llorar mientras aplauden, mientras dan ánimo a lo más maravilloso que tiene este país. Es indescriptible ver a los empleados públicos decir "¡vamos! ¡ustedes pueden!" aunque sólo puedan decirlo con los ojos.
Es increíble poder imaginar el mundo que estos chamos tienen en mente con cada paso que dan, con cada consigna que gritan, con cada flor que obsequian.
Una vez más, gracias por compartir con nosotros, con el mundo, las anécdotas de tu extraordinaria familia. Son estas anécdotas, las tuyas, las mías y las de todos, las que enriquecerán el mundo imaginario de esta generación, armada de dignidad y dispuesta a todo, menos a la violencia.
Qué texto! Qué bonito tener un viejo como el tuyo. Viejos así son los que necesitamos por millones, para que nuestros hijos, cuando sean padres, lo repitan como me imagino que lo haces tú.
Que vivan los chamos en las calles!
Chamos con la frente en alto y la bandera de la dignidad
Conmovedor y emotivo, además de inspirador. Escribamos entonces y desempolvemos la dignidad.
Cariños.
OA
Esto me ha movido¡ Hermoso tu relato... Hagamos entonces¡¡ Que la dignidad nos mueva¡
No sabes cuanto te agradezco este post.
La verdad verdadera, hoy me senté en una acera de mi universidad a llorar de desesperanza, de miedo, de rabia, de tristeza, pero como tu dices, esa energía positiva que se siente en el ambiente cuando estamos concentrados, esa fortaleza de espíritu de los alli presentes, de saber que sin armas,sin violencia, sin deseos de venganza y solo con la razón y la conciencia vamos a poder.
Gracias por ayudarme a recuperar el ánimo.
Que Dios te bendiga.
BEA: Gracias mil a ti por tu amistad y constancia.
Arcángel: El mérito es más del viejo que mío, te lo digo con toda franqueza.
Anónimo: Sí, hay cicatrices profundas que uno lleva con gran orgullo.
Cinzia: Tengamos confianza, aguantemos, y mientras tanto que cada quien haga lo que le dicte su dignidad. Se puede.
Mima: No llores, viejita. Mira que el viejo cada vez que se montaba dos tragos encima me decía que él no hubiera sido jamás la persona que era "si no fuera por esa madre tuya que me domesticó" (jajajaja)
Lilith: Gracias por tus palabras y me honra haber logrado en tu lectura que todos esos sentimientos se movilizaran. Bienvenida a este patio.
Zz: Tu comentario, una vez más, me conmueve y me sonroja. Un gran abrazo y seguimos en la lucha.
MD: A ti también te tengo que agradecer especialmente por tu constancia, tus comentarios, tus lecturas. Con la frente en alto, así es.
Ophir: Desempolve la dignidad con su poesía, le sacará lustre hasta encandilar a los malvados, será contundente y será hermosa.
Consuelo: Qué bueno volver a verte por estos territorios. Hagamos lo que sea para que la dignidad habite en un lugar luminoso como tu espacio.
Brisa de Valencia: Gracias a Uds que están en la calle, que lloran en las aceras, que se levantan al recobrar el aliento para seguir marchando y cantando. Son Uds. los que le dan ánimos a uno, no al contrario. Ah, y gracias por la bendición, me la llevo puesta.
Tu eres tú amigo...tu mérito es haber sabido recoger lo que tu viejo sembró en tu corazón, tú mayor mérito es transmitirlo, por eso te incluyo; además, si deseas preguntáselo a todo quienes se inspiraron con tu histotia, y te sorprenderá conocer tu verdadero mérito, es insospechado amigo...
¡Gracias! ,pero... no te puedo hacer caso, pues estoy llorando de nuevo.
Me emocionan enormemente tus palabras y los bellos comentarios de tus inteligentes lectores.
Como tocan muy de cerca al viejo, se los agradezco de corazón.
Jose, permiteme...
Uy, Sra. Mima, que linda es Usted, es primera vez que veo a una madre comentando en el blog de su hijo. Bueno como si ya no tuvieramos suficientes razones para tener el corazon llenote de esperanza con estos muchachos en las calles, ahora se suma toda esta belleza que se esta' dando aqui!!
Dejeme decirle que estas cosas son las que lo llenan a uno de confianza.
Muchas Gracias y un abrazo
MUY HERMOSO
dejame felicitar a tu madre
y decirle "ANIMO"
Nos enseñaron a hacer lo que la dignidad nos permita pero creo que tu eres quien aprendió mejor la lección. Igual que mima lloro no se si porque los jóvenes despertaron, porque a través de tus línes recordamos una vez más al vegetal o por la forma como sabes decir lo que los demás estamos sintiendo.
te juro que me vas a hacer llorar, si no fuera porque realmente SE lo que es una verdadera manifestacion estudiantil, lo haria te lo juro, o sea, tu sabes, es que algunos sabemos que fue el Mayo Frances, la Noche de los Bastones, las rebeliones estudiantiles en America Latina, y si no fuera por eso, te juro chamo que me haces llorar. Es impresionante la buena pluma que tienes para relatar lo patetico, realmente crees en todo lo que escribes, es impresionante, es de no creer... lo mejor de este proceso es que le ha sacado las caretas a mas de uno, ahora aquellos que sospechabamos las tendencias politicas o las contradicciones intelectuales de nuestros companieros de trabajo, tan comunes por lo demas en cierta gente, ahora esas caretas se han caido y vemos que tan facil es ver a aquel que antes se hacia pasar por progre no es mas que una amalgama inentendible e incomprensible de caletres de ehiskyerda pequenio burguesa con ese espiritu fanfarron tipico de ciertos personajes caraquenios.... te juro que me hacias llorar
Como esta todo, sigues viviendo en la casa d etus suegros? imagino estas esperando que los estudiantes del mani en la cabeza liberen Venezuela para poder comprarte tu apartamento, o mejor, que lo compre tu esposa.
Adeu.
Alberto! qué bueno tenerte por aquí aunque sea disfrazado (no podía esperar otra cosa de ti). La verdad es que estoy bien, vale, muchas gracias. Aunque no creo que de verdad te importe mucho dónde vivo ni dónde viviré. Lo que de verdad te debería preocupar es que sigo habitando dentro de ti. Y que te movilizo con mi pluma patética una fibra de odio, te hago temblar de furia y rencor, despierto a la histérica que hay dentro de ti para que te animes a dejar comentarios corrosivos de cuando en vez.
Un abrazo, Alberto! Sé que volverás, como siempre. No lo puedes evitar, eres uno de mis más fieles lectores.
Adéu (así con tilde, Alberto, se escribe con tilde)
Una vez más, confirmo una vieja idea. Si algo ha ensombrecido esta época es la enorme cantidad de hombres cegados por una extraña clase de preclaridad que no les deja ver su propia arrogancia, su propio resentimiento y su escasa capacidad para abrirle paso a un pensamiento nuevo y, sobre todo, libre. Con hombres así no hay humanidad, no hay pensamiento, ni siquiera, mayo francés.
Apostemos al, necesario, nacimiento de un hombre nuevo capaz de ver y pensar más allá de sí mismo.
Adéu
Hola, con razón, de ese par de progenitores tenía que salir un ser humano especial y dotado.
Sabes, siempre pensé que nosotros (soy mayor que uds. pero no otra generación) habíamos tenido la dicha de vivir en tiempos de paz, luego de las Guerras Mundiales, y de las dictaduras nacionales, pero también pienso que nos hacía falta vivir lo que a nuestros padres y abuelos, tanto aquellos de aquí como tu padre como los emigrantes como el mío de las guerras civiles, o mundiales.
En cualquier reunión siempre elijo al viejo o vieja que me pueda contar esas historias de frio, cárcel, campos de cocentración etc. para entender el mundo en el que vivo,y de alguna manera, basada enla esperanza de que esto pase pronto, agradezco en parte que me toquen también los tiempos malos, que se acabó el Tabaratodame2, y que mis hijos estén allí tragando vinagre, y luchando por lo que realmente es importante.
No debe haber una Genración Boba, y si no lo somos es porque nuestros padres nos enseñaron a apreciar lo importante, me pregunto si co la simple tradición oral ubiésemos podido transmitirselo a nuestros hijos, rodeados de confort, PlayStaytion, y padres "supercomprensivs"
José perdona la verborrea, no puedo escribir nada en mi post, el tuyo me permite comentar
un abraz
¡Guau!. Qué fácil resulta destruir, cuando no se tiene la más mínima intención -¿o capacidad?- de construir.
Gracias, pana Alberto, por mostrarnos la esencia misma de la Revolución. Ya la conocíamos, desgraciadamente, en muchos aspectos, pero en el mundo cybernético es extraño toparse con ella en su verdadera dimensión.
Saludos, JU, y un abrazo para tu admirable madre.
Z.-
sin acentos pero con carinho... a mi me siguen gustando los aviones, son juguetes demasiado caros para no ser divertidos.... no imagino a un piloto bruto, alla arriba, viendo al mundo chiquito, que no pueda poner las cosas en su justa perspectiva, ver tanto cielo, ser tan libre, y que evite pensar, que logre ser tan obediente, asi sea militar, que no sepa o no entienda que en la punta de sus dedos hay tanto poder de destruccion como el de varios ejercitos de la antiguedad juntos...
con los otros militares, los que estan demasiado cerca del suelo, con esos las cosas son distintas, pero no demasiado... esos suelen tener que verte a la cara para lastimarte, estan mas cerca del llanto como para ser inmunes al dolor que causan... un militar gringo mantuvo su blog que se volvio libro hasta que el DoD se lo cerro, Killing Time in Iraq, y le puso la perspectiva a la matanza que muchos de sus colegas y compatriotas todavia se obstinan en negar, algunos de ellos, por estar demasiado lejos de la realidad...
Dios bendiga a tu madre y tenga en su seno a tu papa, e ilumine a tu consecuente lector, de quien nadie en este blog, empezando por ti, es su enemigo... su severa critica con o sin acentos siempre sera bienvenida para revisarnos y recordarnos que no somos infalibles y que podemos estar equivocados, que hay muchas cosas que no se pueden olvidar... quizas el si sea infalible, y por eso no se confunde ni tiene dudas, puede que el sea el piloto ideal para bombardear campos de refugiados si se da el caso, yo no podria, y saber eso me sirve de consuelo por no haber intentado siquiera aprender a volar esas maquinas magnificas... como yo sigo viviendo con mi mama debo ser un mequetrefe indigno de haber aspirado alguna vez a volar....
Salud, pues
(y deja de poner a llorar a la gente, ten piedad)
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