jueves, 16 de noviembre de 2006

Sugerencias para un androide.

A mí el tema del fulano androide de Johnny Walker me ha pegado. Yo, humano, que me aprendí de memoria las tres leyes de la robótica de Asimov antes que la tabla de multiplicar del 9; yo que andaba leyendo a Brian Aldiss justo antes de entrar al examen de “Memorias de Mama Blanca”. Yo, único mortal que le pasa al lado al androide -gigantesco desde la valla, con su cabeza destapada llena de lucecitas y su mirada reflexiva perdida en el vacío- y lo saluda: “epa, panita, cómo anda la vaina”. Pero lo saludo como con pena, con esa misma sonrisa con la que uno trata de solidarizarse con un pana a sabiendas de que la está cagando. Y cuando ya he avanzado unos metros y lo he dejado atrás repito para mí mismo una de estas tres cosas: “yo sigo sin entender” o “¿y qué tendrá que ver esto con tomar whisky?” o “¿pero cómo con algo tan bueno se puede hacer esta soberana mierda?”.

Y a mi pareja la tengo podrida ya con la preguntadera ansiosa, infantil, a ver si me explica. “No sé, José Santos (así con los dos nombres) no tengo idea. Supéralo, chico. Pusieron al androide a decir esas bolserías porque les parecía chévere y ya. No te lo tomes como un asunto personal, nadie te está saboteando tus memorias de infancia. Punto”. Y yo sigo mi camino apaleado, confundido, repitiéndome las mismas tres cosas.

En la cola por la autopista me topo una y otra vez con esta campaña absurda, monumental, omnipresente, eso que tiene un giro como de Paulo Coelho escribiendo ciencia ficción:

“Yo tengo visión perfecta… tú puedes ver el futuro”.

“Yo no siento miedo… tú puedes vencer tus temores”.

Llego al trabajo y armo foros de discusión con los colegas. Interrumpo cualquier tarea importante que estén haciendo y los pongo a ver el video en la página web: www.theandroid.com , tomo nota de sus conclusiones, las tabulo, hago segundas vueltas, nuevos focus group, gráficos de barra y de torta. Al final llegamos todos, con los cerebros marchitos y las lenguas apelmazadas de decir tantas sandeces, a las mismas conclusiones: “yo sigo sin entender”, “¿y qué tendrá que ver esto con tomar whisky?”, “¿pero cómo con algo tan bueno se puede hacer esta soberana mierda?”.

Así que aquí van mis propuestas para el Androide, para que respetando el espíritu de la campaña (me gusta esto de hablar de espíritu y androide en la misma frase y al mismo tiempo), el pana diga cosas que de verdad tengan correspondencia con el noble acto de echarse palos:

“Tú siempre puedes decir a la mañana siguiente: ¡Coño, qué pasó… pero si esta tipa estaba muchísimo más buena anoche! (claro después de beberte 8 embellecedores). Yo en cambio estoy siempre clarito en que me estoy yendo con la más fea”. (Machista)

“Yo puedo beber litros de whisky sin rascarme y sin que me dé resaca… pero no tengo idea de a qué saben esos calditos de pollo mata ratones que hace mamá”. (Huérfano)

“A ti el whisky te desinhibe, te pone chistoso y ocurrente… yo en cambio me puedo tomar dos botellas y sigo igualito de ladilla, sin sal ni para un huevo”. (Resentido)

“Tú siempre podrás dejar de pagar las cuentas y gastarte los últimos ahorritos para comprarte una botella de Black Label y tragártela hasta morir del coma etílico o del ratón… yo en cambio tengo que mamarme la revolución bonita siempre sobrio y además eternamente – coño de la madre, porque soy inmortal-. (Político)

Este ha sido un aporte gratuito en pro del respeto y la sana convivencia entre humanos y robots.

13 comentarios:

Black Hollow dijo...

jajaja qué cosa tan buena esta José! la verdad es que día por medio al pasar por la autopista y ver al androide me pregunto cosas similares... pero jamás lo hubiera elaborado de esta manera.
Sin embargo, sigo sin entender, al igual que tú, qué tiene que ver esto con la tertulia y los palos?

va un abrazo!

Arcangel Vulcano dijo...

¡Genial! Pienso que definitivamente es mejor beberse la botella primero y después tratar en medio de una explosión de dopamina en el cerebro, tratar de decifrar que tiene que ver el whiky con el androide de tu niñez. Ahora, no se por qué se me parece a una situación que planteaste en la que sugerías derramarle una copa de vino a la computadora y fundirle sus circuitos;¿ será por allí la cosa José?. ¿Es como insinuar que se es moderno,poderoso, frío y metálico como un androide si se bebe ese whisky? Gran saludo.

mercedes grosso dijo...

Lo que está claro es que con tu campaña se morirían de risa pero no venderían nada...

Fedosy Santaella dijo...

Chamo, yo primero ni siquiera entendía qué vaina era esa que tenía el tipo en la cabeza. Después fue que descubrí que era un androide. ¿No será que quisieron decir cyborg? Un cyborg tendría más sentido. Es el hombre del futuro, el hombre intervenido, el hombre ciencia repotenciando, el hombre biónico mismo. Pero, ¿un androide? No entiendo, mi pana. Lo único que parece quedar en claro, es que el Whisky será la gasolina de los androides del futuro.

Israel Centeno dijo...

En verdad, lo bueno de ser ex, es que siempre estarás con otra; un no ex no está con nadie, es sólo un no ex... me explico, lo del androide lo metabolicé con cierta facilidad porque desde que le pusieron caderas ginecosoides a Jhony Walker sabía que irían más lejos con el mal gusto y que cualquier cosa podría ocurrir; por eso soy un ex del whisky y un amante apasionado del vodka absolut, casi en las rocas. No podrán negar que esa botella -absolut- está buenisima

Israel Centeno dijo...

¿ y qué será de la vida de la androide de blade runner?

Anónimo dijo...

En verdad es bien extraña esa publicidad, ahora cuando la veo no me acuerdo de la bebida sino de tu chistoso y escudriñador comentario.
Me gustaria saber la opinión de su creador. Lo que si logra es llamar la atención por lo inverosímil. S.M.U

Ophir Alviárez dijo...

De no haber estado estos días en el DF mexicano no habría entendido de lo que hablas. Ví la valla largo rato sin atreverme a preguntar, pagué, me di el vuelto y preferí quedarme con la imágen del Ángel de la Independencia y el bullicio de esa ciudad.

Un androide y el whiskey? Quizá sólo por aquello de que obedecen instrucciones y como la publicidad procura eso, pues los "tomadores" al alcohol y todos al reto, creo...

Saluditos,

OA

Laura Morales Balza dijo...

José, yo intento pasar rapidito. No lo miro mucho. Primero me afecta no entender lo que quieren decirme. Segundo, no resisto nada relacionado con naves espaciales, androides, objetos voladores, cohetes ni nada similar. Sé que me pierdo algo, pero no puedo. Es como si me pidieran ver una película donde dos señores orientales luchan desde que empieza hasta que termina, haciendo sonidos extraños con la interminable imagen en cámara lenta que hace más penosa la espera por el ansiado fin. Algo que me ocurre también, es que ver a ese señor con esa cantidad de lucecitas —sin profundizar mucho en lo de los temores, porque por él están vencidos— me asoma la espina de sospechar que en unos años, no serán suficientes esos cablecitos que se cuelga la gente para hablar por teléfono celular (aunque tengan las manos desocupadas) que pasan por el lado haciendo una gran variedad de gestos. Seguro vendrán toda clase de implantes —no mamarios— para tener agenda, teléfono y mapa de la ciudad todo en la corteza cerebral, a merced de un código, una clave. Eso me da terror. Por otro lado, estoy muy mal... porque esta no es la única publicidad que me inquieta... ¿qué me dices de «piensa rápido» al lado del muchacho que acaba de comerse un perro caliente? ¿cerveza, cebolla, pensar, rápido? ( ... ) ni idea. Un abrazo. El texto, genial.

P. E. Rodríguez/R.Coll dijo...

Dios, qué alivio descubrir que alguien pueda decir esto y, además, de un modo tan divertido.

Tengo días en los que, en mitad del tormento y el horror de la cola, no dejo de preguntarme cómo demonios alguien puede escoñetar algo tan simple, tan elementalmente como tomarse un whisky en paz con semejante refrito de algo que, por llamarlo de algún modo, luce como una mezcla kitsch entre un librito de pensamientos de Simón Bolivar y mala Ciencia Ficción.

Saludos.

EBE dijo...

je,je,je,je,je,je,je,je...and je.

Anónimo dijo...

Hola José!
Estuve leyendote, y noté que al menos un par de veces has hecho mención a la campaña de JW Black Label del Androide.
Formo parte del equipo de la marca en Venezuela y nos parece muy interesante conocer las opiniones del público y sus reacciones ante nuestra más reciente campaña.
Definitivamente, estas son las nuevas esferas en las que se mueve la información, y a través de tu blog podemos percibir de alguna forma las opiniones que genera el Androide.
Mi correo es verde5@estima.net ¿que tal si me escribes?, y así te cuento de qué va el mensaje de la campaña.
Saludos

Unknown dijo...

hola mi nobmre es noel tengo 19 años y me he puesto a pensar referente a este tema del androide y mi opinion es que como puede ver tanta perfecion en algo y no saverlo ultilizar para fines educativos si isieran anuncios educativos con este tipo de mensajes las personas tomaran consiencia y podran valodar mas lo que en realiza es tener tantas cosas y no aprovecharlas. gracias.