lunes, 9 de octubre de 2006

Final 3D

Comenzaré ofreciendo disculpas. Por hablar de política cuando tan podridos andamos de ella y cuando ella tan podrida está. Por atreverme a dar mi opinión sobre un tema al que suelo escurrirle el bulto. Me disculparé de antemano por la pasión. Por las metáforas. Por no ser ecuánime y razonable como aconseja la intelectualidad. Por no hablar con ese tono y esa sabiduría que blanden magistralmente aquellos elevados que –como dicen los españoles- saben cagar más arriba del culo.

Confesaré desde el estómago, y con toda la emotividad de la que algunos comedidos pretenderán hacerme sentir culpable, que siento a este país enfermo de cáncer. Venezuela es como un paciente con diagnóstico de tumor maligno y tenemos que intentar la vía quirúrgica. Sabemos, además, que operar no es sino el primer paso, que luego vendrá un durísimo proceso de quimioterapia con todos sus efectos colaterales, puede que se requiera algo de radioterapia, tendremos que estar atentos a las metástasis. El 3 de diciembre es la fecha de la cirugía. Nosotros decidimos si nos sometemos al bisturí para sacarnos a Chávez o si decidimos dejar que las cosas sigan su curso natural.

Esto es una final, amigo, como la final del Mundial. Francia contra Italia. No me puedes decir que tú en la final le vas a Argentina porque Argentina no juega. No me puedes decir que a ti te gustaría que ganara Brasil, porque a Brasil lo eliminaron en octavos. La vaina es Italia contra Francia, punto, se acabó. Y si no te gustan ni Italia ni Francia, pues entonces puedes dejar en paz a quienes les gusta el fútbol, a los fanáticos a los que les duele la vaina de verdad. No veas el partido, inventa una parrilla, cómprate los DVDs quemados con la temporada completa de Sex and the City y te quedas encerrado en tu cuarto viéndole la melena a Sarah Jessica Parker.

Si te digo que hay que votar para el Balón de Oro, como mejor jugador del torneo, entre Cannavaro y Zidane, no me puedes decir que a ti te hubiera gustado que lo ganara Figo, o peor aún, un tipo que tuviera la sonrisa de Ronaldinho, con el físico de Beckham, con la magia de Maradona pero que además fuera africano porque el equipo que a ti te cae más simpático es Ghana. No me jodas, panita. Ese carajo no existe, ese tipo no juega. Entonces yo puedo tener dos lecturas de ti: o tú eres un provocador que lo que quiere es hincharme los cojones, o tú eres un ignorante que no aceptas que lo que te corresponde en este instante es quedarte callado porque al abrir la boca lo único que haces es meter la pata para el bochorno propio y ajeno.

Si tenemos que decidir en una final entre Rosales y Chávez no me puedes decir que a ti te parece que lo ideal sería tener de candidato a Mahatma Gandhi, que habría que resucitarlo primero, aunque lamentas un poco que sea tan calvo –que le vendría bien un bisoñé o un injerto capilar-, que te sabe mal que en vez de esa batola blanca sucia no se le ocurra ponerse un flux Armani y que, la verdad, a ti te parece que es como demasiado pendejote, demasiado pacifista, demasiado conciliador, qué le faltan como bolas al flaco ese. Tu candidato súper Gandhi no está en las elecciones, hermanazo, lamento decirte, no tiene ninguna marcha organizada ni plan de gobierno, no lo encontrarás en el tarjetón, nadie lo inscribió en el CNE.

Nos queda votar por uno o por otro. Chávez contra Rosales. Esa es la final. O no votar porque ninguno de ellos te parece que esté a tu altura como elector. Si optas por esto último te recuerdo que en esta final sí que está jugando Venezuela. Esta es la única final del mundial en la que sí nos la estamos jugando, y donde tú defiendes o metes los goles.

Si votas por Chávez ya sabes de qué se trata. Ya sabes cómo son los colores, ya te sabes el discurso y las mañas, ya viste los logros que es capaz de alcanzar en 8 años de gestión, ya sabes para qué sirve el petróleo con sus precios de escándalo, ya sabes para lo que sirve la chequera del presidente cuyos depósitos nos pertenecen a todos los venezolanos. Ya sabes que será más de lo mismo, la misma mierda pero más abundante, a pesar de que él mismo se considere el candidato del bloque del cambio (¿el cambio con respecto a qué, más o menos, acaso este Señor no se ha dado cuenta de que el gobierno desde hace casi una década es el de él?).

Si votas por Rosales prepárate porque con la cirugía apenas comienza la terapia, apenas te sacaste el tumor, falta el tratamiento completo con sus picos y valles; pero acabas de dar el primer paso necesario para curarte. Quizás después de la quimioterapia, de la radioterapia, de las subsiguientes operaciones, quede un cuerpo sano capaz de aguantar decenas de años más. Y un espíritu fortificado capaz de caerse a coñazos dignamente contra lo que se venga.

Yo no creo que la solución para nuestro cáncer sea salir de Chávez y allí se acaba el mal. Pero sacar a Chávez es indispensable para prepararse a vencer la enfermedad. Creo que sacar a un milico violento, bruto y malandro a cambio de un civil que tiene una gestión respetable como gobernador del Zulia es una ganancia indiscutible. Sólo con eso a mí me basta, ya se me inclina la balanza a favor de uno.

Créanme que de ganar Rosales -cosa que yo, optimista e ingenuamente, considero factible si somos lo suficientemente aguerridos e inteligentes a la hora de defender nuestros votos y hacer que se respeten nuestros derechos-, al día siguiente de su proclamación pasaré a formar parte de la oposición. Seré tan fuerte criticando a Rosales y a su gobierno si lo hacen mal como lo hago con el nefasto Hugo y su abominable fascismo de pseudo-izquierda.

Pero ahora, a lo primero -sin medianías, ponderaciones ni altísimas elucubraciones que en estos momentos de la chiquita tan poco aplican-: a operarse el tumor duela lo que duela antes de que sea demasiado tarde.

22 comentarios:

Anónimo dijo...

completamente de acuerdo mi pana

Ophir Alviárez dijo...

Imposible decirlo mejor, imposible dejar mejor sentadas las premisas de lo que sucederá en diciembre y de lo que ha venido azotando la tranqulidad de todos desde hace ya, bastante tiempo.
Me uno a tu idea de que de ganar Rosales, los mismos que hoy críticamos la gestión de Chávez pasemos a formar parte de una oposición que se sabe valiosa y que ya no come cuentos porque aprendió en carne propia que, como repetía mi abue, "yo con risas no me lleno, le dice la mula al freno..." No hay más tiempo. El reloj no se para.

OA

mercedes grosso dijo...

Gracias por este post Urriola. Que magistral resumen, que didáctico pues. Voy a imprimirlo y todo.

Anónimo dijo...

Excelente, tu postura es la mía también....Ya llega la final y hay dos contendores tan, pero tan opuestos. Ya hay que decidir y a la vista tenemos la solución de Rosales. Te felicito por lo bien escrito y el buen análisis de nuestra difícil situación venezolana. M. U.

Israel Centeno dijo...

Todo lo que pensaba decir lo han dicho otros, es una visión lúcida, liberada de los pruritos de quienes no se quieren mojar el culo y siempre desean estar por encima de las circunstancias con las manos bien limpias, lavaditas, pues. Parto de tu idea, por ahora, como dijo el fulano, sólo por ahora compro sacar a Chávez por la vía menos traumática y luego es que comenzará lo bueno: pugnar por devolverle al país elecciones cada 5 años, o períodos cortos de 4; doble vuelta electoral, institucionalidad, demoler el TSJ que grita Uh Ah, darle representatividad a los árbitros, plantearse la posibilidad de una reforma constitucional, devolver el poder a las regiones y a los municipios, debilitar el presidencialismo, a los militares reducirlos a la mínima expresión y mandarlos a sus cuarteles o a las fronteras bien cotroladitos para que no quemen con gasilina ni bombardeen con sus aviones rusos a los civiles, un fiscal que sea defensor público y no el defensor del reyezuelo, gobierno para toda la gente y no sólo para "los pelotones revolucionarios"... son muchas cosas que de inmediato, de ganar Rosales, nos pondrán como elementos de presión y por qué no, como oposición de complicarse la vaina. Porque como tú, veo a Rosales como un agente de transición, puente hacia algo, hacia un país civil. Lo explicaste bien, la cosa no es sacar a Chávez, pero necesariamente, es preciso que él se vaya para luchar con puños y dientes por todo lo demás. No me importa apostar por un equipo, ni rayarme, no espero en Rosales al mesías, al retórico, al hombre que habla sobre historia, artes, ciencia, filosofía, literatura: no. eso no me interesa, ni Rousseau tampoco.
Buena la metáfora del cancer. La caricatura de Weill, la de ayer, está magistral, una mujer toda coñaceada le dice a la otra, él me quiere, me pide otra oportunidad de 7 años.

Que administre la transición.

EBE dijo...

Caramba mi niño...que metáforas...el càncer, el tto. coadyuvante, los efectos secundarios, el pronóstico, la sobrevida, la posibilidad de metástasis....que duro resulta, como la vida misma...
Un abrazo fuerte, se le quiere, respeta y extraña
PD: Upps, pero mírenme a la doctorcita (fin de mundo compadre...je,je,je)

mercedes grosso dijo...

Todo el dia con tu post en la cabeza. Vuelvo esta noche a felicitarte por tu inteligentísimo humor. Si te consiguieras un buen dibujante harían un tandem perfecto para un comic de historia contemporánea de Venezuela...que imágenes tan buenas las de tus metáforas.

Anónimo dijo...

Jose por la foto que publicas en tu profile eres bastante joven, pero que manera tienes de decir las cosas, felicitaciones, este texto se nota que sale del alma, puro amor al pais que te permite decir las cosas de una manera tan lucida y sincera, aunque me encanta y me divierto bastante leyendo tus anecdotas, tus relatos de viajes y cuyo personaje destacado es Richita, tambien me encanto la serie dedicada a preguntas insolitas, sin embargo este texto analitico, profundo, sincero, preciso dice mucho de tu capacidad intelectual, de tu amor por el pais y de tu sinceridad, felicitaciones.

Jose Urriola dijo...

Mis queridos todos: Gracias por sus comentarios y solidaridad. Lo aprecio muchísimo. Disculpen lo acalorado del verbo; pero es que el tema me sacude y pienso que cada quien desde su pequeño reducto debe hacer algo al respecto. Y si bien el momento reclama inteligencias, también lo es para ser emotivos.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

De acuerdo, pero la metáfora del cáncer se me hace terminal, sin posibilidades, sólo un tiempito de mal vivir, sólo lo vence la muerte.

Anónimo dijo...

Que nos duela Urriola, que nos duela. Porque la quimioterapia la tendremos que padecer todos. Yo creo firmemente que podemos ser células regeneradoras en células cancerígenas, creo que la democracia participativa no es puro cuento, creo que el cambio es desde adentro con coherencia en acciones y palabras. Porque nos curamos ahora y después qué? Ojalá que no se nos coman los tejidos en el bla bla bla, y de verdad sea yo, tú y todos generadores de cambio sin los prejuicios oxidados de ciudadanos que no creen en el país.

Anónimo dijo...

Me convenciste, chamo.

Me convenciste porque te apoyo en defender los votos, que parece ser lo único que no hemos hecho en estos 8 años. Claro que las proporciones del verbo defender no las conocemos; habrá que concentrarnos en las maneras de la democracia ¿no?

César dijo...

Bróder, sólo espero que no hayas complicaciones post-operatorias, que el tratamiento funcione...

Porque recuerda que este tumor es post-operatorio, consecuencia de un tratamiento de más de cuarenta años (aunque suene como si estuviera hablando el propio tumor), pero la verdad es la verdad...

Aún así, espero que no tengamos que llegar a la eutanasia... ¡Que este pobre país enfermo se recupere, por Dios!

Va un abrazo

rocio dijo...

Estoy totalmente de acuerdo, Jose. Pero lo que más me preocupa es que este gobierno siempre busca la manera de ganar con trampa. Que en plena operación del tumor nos vengan con que el quirófano debe clausurarse, con que los médicos no tienen licencia para practicar o con que ese tumor es tan fuerte que su extracción pone en grave peligro la vida. Que no nos vengan con algo parecido al coro de "El Niágara en bicicleta". Ojalá podamos conseguir una manera de defender los votos, porque sé que somos mayoría... ojalá la trampa no nos vuelva a ganar, como el nefasto 15 de agosto aquel...

Anónimo dijo...

Me uno a los comentarios que aparecen aquí, pero, ¡cuidado! ahora el tumor cancerígeno cambió de táctica y aparece como benigno(basta ver esa cursilería diciendo que "por amor a los árboles me convertí en pintor",zape, Hitler también era pintor y cubrió de negro la historia de Alemania), señores, como intelectuales que son explíquenle a la gente menos letrada esta trampa del cancerígeno.
Saludos.

Anónimo dijo...

Hola, siempre le he comentado a mi familia esto que tu tan excepcionalmente acabas de expresar.
Yo confío que así como muchas personas a fuerza de fé, aplomo y perseverancia han logrado vencer el cáncer, así sea metástasis lo que se padece, nosotros también vamos a vencer este gran TUMOR MALIGNO.
Saludos

Anónimo dijo...

2 opciones. Esto es lo que hay y habrá que hacer lo mejor que se pueda con eso. No es el mejor escenario posible pero ya para luego es tarde.

Me convenciste.

Anónimo dijo...

VIVA CHAVEZ y LA REVOLUCION, Para gente como tu Urriola se ha inventado una nueva mision, MISION VAYANSE A WESTON, ni tu ni ninguno de los que posteo puede decir que es venezolano, porque es muy sencillo, estar con Rosales aunque sea como mal menor, es estar en contra de la inteligencia. Sorprende leer personas que se supone tienen una formacion intelectual puedan creer lo que tu dices creer, pero bueno, no le pidan peras al horno

10 MILLS X L BCH

Jose Urriola dijo...

Al enfebrecido anónimo:

Fíjate que todo depende del cristal con que se mire; a mí me cuesta percibir inteligencia en alguien que se declara afecto a este régimen fascistoide pseudoizquierdoso -creo que la más de las veces es un asunto de ignorancia, de rebeldía infantil, o de mera provocación-, y sin embargo conozco a chavistas inteligentes (muy inteligentes aunque poco abundantes), son pesonas de mi afecto e incluso algunos son mis familiares cercanos. Y créeme que jamás ninguno de ellos, a pesar de lo acalorada de la discusión, me han salido con tu cuento de la "Misión Weston". No me voy amigo anónimo, que tan bien te sabes esconder tras el anonimato. Gesto que habla de tu valentía y de lo aplomado que te sientes al defender tus ideas. Tú sabes que me llamo José Urriola, que pienso como pienso y escribo como escribo. Ya sabes dónde lo hago. Lo seguiré haciendo, aunque tanto te arda, aunque te escoza tanto tu delicadísima piel de revolucionario.
Wittgenstein (filósofo austríaco que a lo mejor desconoces) decía: "hay gente que al quitarle la máscara le arrancas el rostro también". Eso me hace imaginar que detrás de tu máscara de anónimo no hay una verdadera cara que puedas ofrecer.

De cualquier modo, yo sigo con mis pensamientos y mis escritos, no me censuraré por más insultos que reciba. Por más que me mandes a Florida. No me iré, no me esconderé. Y tampoco borraré las huellas de tus pedradas; yo sí creo que la gente es libre de decir lo que piensa, siempre y cuando sepa argumentar las poquitas ideas que le rondan la testa. Que gane el que lo merezca. Y el que pierda que sea digno opositor.

Anónimo dijo...

no era peras al olmo?

Anónimo dijo...

Una de las cosas que más me preocupan del ¡VIVA CHAVEZ Y VIVA LA REVOLUCION! es la falta de tolerancia. Personas como el amigo anómino tienen muy mal al país. Una de las cosas por lo que sueño con el triunfo de Rosales es que Venezuela vuelva a ser la de los blancos, verdes, rojos y naranjas. No importaba donde militaras o en qué creíamos, éramos venezolanos y punto... Disfrutábamos los chistes sin imporatar el color, apostábamos a una Venezuela en la que todos cabíamos... Este tinte de Guerra Federal con odios por lo que tienes, como eres o en que crees me horroriza. Sofía mi hija merece crecer en el país que yo crecí donde se adoctrinaba si, en valores.
Estoy orgullosa de personas jóvenes como tú que sin miedo dicen lo que piensan dando la cara. La gente que se esconde es porque no tiene nada que decir.
María Margarita Urriola

Arcangel Vulcano dijo...

Me fascinó todo lo que escribiste, muy importantes reflexiones. Felicitaciones.